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Archivo AFP |
El papa Francisco falleció este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. La noticia, confirmada oficialmente a las 7:35 de la mañana hora local, provocó una profunda conmoción entre fieles y líderes mundiales, mientras la Plaza de San Pedro comienza a llenarse nuevamente de miles de personas que acuden a rendirle homenaje.
El anuncio fue realizado a través de un comunicado breve leído por el cardenal Kevin Farrell, quien destacó la entrega total de Francisco al servicio de Dios y de la Iglesia. Su partida se dio apenas un día después de su última aparición pública, cuando, visiblemente debilitado pero sereno, saludó desde el balcón de la basílica de San Pedro durante la celebración de Pascua.
Su estado de salud se había deteriorado en las últimas semanas tras atravesar la internación más prolongada de su pontificado, consecuencia de una neumonía bilateral que lo mantuvo 38 días en el Hospital Gemelli de Roma. A pesar del alta médica, Francisco limitó sus actividades públicas para enfocarse en la recuperación, aunque su frágil estado físico se volvió evidente.
Francisco fue un Papa que cambió la forma de ejercer el liderazgo eclesiástico. Apostó por una Iglesia más cercana a los marginados, sensible a los dramas contemporáneos y abierta al diálogo interreligioso. Con su estilo sencillo y su permanente llamado a la fraternidad, logró ganarse el respeto más allá de las fronteras del catolicismo.
Últimas palabras del papa Francisco
El Vaticano detalló este martes cómo fueron las últimas horas de vida del papa Francisco luego de haber dado su bendición en la Plaza de San Pedro con motivo de la celebración de la Pascua de Resurrección y de realizar un último saludo a los fieles católicos a bordo del papamóvil.El domingo, ante miles de fieles, Francisco se asomó por el balcón de la Logia de las Bendiciones, en la basílica de San Pedro del Vaticano, para dar la tradicional bendición Urbi et Orbi. Tras pronunciar unas palabras, realizó un inesperado paseo por la plaza a bordo del vehículo papal. Todo el recorrido había sido ensayado el día anterior."¿Cree que podré hacerlo?", le preguntó entonces el Papa a Massimiliano Strappetti, el enfermero que – como él mismo dijo una vez – le salvó la vida al sugerirle la operación de colon y a quien el Pontífice nombró después su asistente sanitario personal en el 2022.
Strappetti, que estuvo su lado durante los 38 días de hospitalización en el Policlínico Gemelli y las 24 horas del día durante su convalecencia en la Casa Santa Marta, lo tranquilizó y lo alentó sin dudarlo.
"Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”, fueron más tarde las palabras de agradecimiento del sumo pontífice a su asistente personal de salud tras volver a estar en contacto directo con los fieles.
“Francisco descansó por la tarde y cenó tranquilamente. Hacia las 5.30 de la mañana aparecieron los primeros síntomas del malestar, con la pronta intervención de quienes velaban por él”, relató hoy el medio Vatican News al dar detalles de cómo fueron las últimas horas de vida del papa Francisco.
“Más de una hora después, tras saludar a Strappetti, tumbado en la cama de su piso en la segunda planta de la Casa Santa Marta, el Pontífice entró en coma”, relataron.
“No sufrió, todo sucedió rápidamente, dicen quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos”, informó el medio oficial del Vaticano.
“Una muerte discreta, casi repentina, sin largas esperas ni demasiado clamor para un Papa que siempre había mantenido su salud en gran secreto. Una muerte que se produjo al día siguiente de la Pascua, al día siguiente de haber bendecido a la ciudad y al mundo, al día siguiente de haber abrazado de nuevo, después de mucho tiempo, al pueblo. Aquel al que, desde los primeros momentos de su elección, el 13 de marzo del 2013, había prometido un camino ‘juntos’”, cierra el conmovedor artículo escrito por el periodista vaticanista Salvatore Cernuzio.
Francisco será despedido de forma austera en una ceremonia según lo establedico en el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, el documento que regula el rito fúnebre de un Papa, que él mismo modificó en noviembre del año pasado.
Como parte de su mensaje, Jorge Bergoglio decidió entonces que sus restos sean inhumados en un ataúd simple, en lugar del tradicional hecho de tres tipos de madera, y pidió ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, y no en las grutas del Vaticano.
M1
Strappetti, que estuvo su lado durante los 38 días de hospitalización en el Policlínico Gemelli y las 24 horas del día durante su convalecencia en la Casa Santa Marta, lo tranquilizó y lo alentó sin dudarlo.
"Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”, fueron más tarde las palabras de agradecimiento del sumo pontífice a su asistente personal de salud tras volver a estar en contacto directo con los fieles.
“Francisco descansó por la tarde y cenó tranquilamente. Hacia las 5.30 de la mañana aparecieron los primeros síntomas del malestar, con la pronta intervención de quienes velaban por él”, relató hoy el medio Vatican News al dar detalles de cómo fueron las últimas horas de vida del papa Francisco.
“Más de una hora después, tras saludar a Strappetti, tumbado en la cama de su piso en la segunda planta de la Casa Santa Marta, el Pontífice entró en coma”, relataron.
“No sufrió, todo sucedió rápidamente, dicen quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos”, informó el medio oficial del Vaticano.
“Una muerte discreta, casi repentina, sin largas esperas ni demasiado clamor para un Papa que siempre había mantenido su salud en gran secreto. Una muerte que se produjo al día siguiente de la Pascua, al día siguiente de haber bendecido a la ciudad y al mundo, al día siguiente de haber abrazado de nuevo, después de mucho tiempo, al pueblo. Aquel al que, desde los primeros momentos de su elección, el 13 de marzo del 2013, había prometido un camino ‘juntos’”, cierra el conmovedor artículo escrito por el periodista vaticanista Salvatore Cernuzio.
Francisco será despedido de forma austera en una ceremonia según lo establedico en el “Ordo Exsequiarum Romani Pontificis”, el documento que regula el rito fúnebre de un Papa, que él mismo modificó en noviembre del año pasado.
Como parte de su mensaje, Jorge Bergoglio decidió entonces que sus restos sean inhumados en un ataúd simple, en lugar del tradicional hecho de tres tipos de madera, y pidió ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, y no en las grutas del Vaticano.
M1